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«Hola, me llamo Dominique Wilkins, encantado». Parte 2

ESTAMBUL Y LAS VENTAS 1ª PARTE

La mejor lección de ventas que he recibido no me la dio ningún gurú español ni americano.

En realidad, son 2 lecciones separadas por 45 minutos.

Captura de pantalla 2023-05-23 a las 15

Ahora verás.

Hoy te contaré la 1ª lección.

 

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La Semana Santa de 1996 la pasamos en Estambul.

Yo estaba en la Fragata Baleares y salimos de Ferrol que era nuestra base a mediados de enero.

Si todo iba bien volvíamos a Ferrol el 13 de junio por la tarde.

Y tenía que ir todo bien porque yo tenia planeada mi boda para el 15 de junio por la mañana.

 

 

Las patrullas por el Adriático en la Guerra de los Balcanes eran de unos 25 días navegando y 4 en puerto.

Pero no siempre eran así.

Esta patrulla fue bastante larga.

Hacia 34 días que habíamos salido de Venecia cuando llegamos a Estambul.

Íbamos a estar 5 días allí contando que llegamos el miércoles santo a las 19 horas, ya de noche.

Y, por cierto, yo ese día estaba de guardia y hasta las 09:00 del día siguiente no podía salir del barco.

Para mí se alargaba un día más la cosa.

35 días con sus 35 noches en un barco metido en mitad del mar….

 

En Estambul nosotros no atracamos el barco en el puerto.

El barco se quedaba en mitad del agua y con las zodiac nos acercaban a tierra.

Al hacerlo así, nos permitían dormir fuera del barco.

Yo me aloje en el Hotel Mármara.

Un hotel en plena Plaza Taksim de 4 estrellas.

Un sitio estupendo para estar alojado.

 

En aquellos tiempos Estambul debía ser un sitio muy visitable en Semana Santa por famoso españoles.

No me preguntes porqué.

En esos 4 días vimos a Imanol Arias con Pastora Vega.

Visitamos una fábrica de alfombras con Iñaki Gabilondo y una mujer y Víctor Manuel y Ana Belén que iban los 4 juntos.

Y vimos en una tetería en la zona asiática a Nacho Duato.

 

 

El viernes ni yo ni mis 3 amigos estábamos de guardia por lo que nos dedicamos a recorrer Estambul andando.

Justo al lado del hotel estaba la calle Istikal que es la calle comercial por excelencia de Estambul y que desemboca en el puente Gálgata, punto de entrada la antigua Constantinopla, o sea, a la parte antigua de la ciudad.

 

La verdad es que la mañana pasó sin mucho que contar.

Tiendas de todo a cada lado de la calle.

La mayoría con falsificaciones, y te estoy hablando de hace 25 años.

Embajadas de muchos países, de hecho, el último atentado que ha habido en Estambul hace como un par de meses fue en esa calle.

Y gente a punta pala, como en cualquier arteria comercial de cualquier ciudad.

 

Pero llegamos al puente Gálgata.

Ese puente se hizo famoso porque es el que sale en la última escena de “La pasión turca”, una película protagonizada curiosamente por Ana Belén.

Justo al salir del puente y entrar en el llamado “Cuerno de Oro” hay un paso subterráneo para evitar jugarte la vida cruzando una avenida de 6 carriles.

Como ese paso subterráneo es muy transitado, estaba lleno de tiendas.

Hasta aquí nada fuera de lo normal.

 

 

Pero al salir estaban sentados en la acera como 2 docenas de niños de unos 10 años.

Algunos con bolsas de deportes más grandes que ellos.

Los niños se levantan en cuanto nos ven.

Y es que cantábamos a extranjeros a la legua.

Nos hicieron un pasillo.

Nosotros nos miramos extrañados, pero seguimos caminando, eso sí, con las manos en las carteras.

Algunos niños nos empezaron a seguir.

Hablaron entre ellos y se dividieron.

Los que no llevaban bolsas se acercaron bastante a nosotros.

Lo de las bolsas nos seguían como 6 pasos por detrás.

Nosotros íbamos tranquilos.

Eran críos y no suponían ninguna amenaza.

 

Cuando llevábamos 30 ó 40 pasos andados, uno de nosotros pidió fuego.

Y ahí se desató una tormenta auditiva.

Los 10 ó 12 niños que nos seguían empezaron a gritarnos: 

 

 

“español, español, compra calcetines Lacoste, Lacoste muy caro en España. Aquí muy baratos. Compra, Compra. 20 pares 1000 pesetas, español, muy baratos…”.

 

Imagina eso repetido por un coro de niños no menos de 7 veces en 3 minutos.

 

 

Los niños nos habían seguido en silencio sin saber de dónde éramos.

Esperaron a saberlo para adecuar su oferta.

Aguantaron en silencio hasta saber en qué idioma tendrían que hablarnos.

Se mordieron la lengua hasta que no descubrimos nuestro, para ellos, “punto débil”.

Esos niños sabían más de marketing y venta que el 90% de los comerciales que te quieren vender algo.

Esos comerciales sólo hablan y hablan y jamás te escuchan.

 

 

Vamos a juntarnos tú y yo y a hacernos pasar por esos niños turcos tan avispados.

Tú conoces tu producto y a tu cliente.

Yo sé hablarles en su idioma y con la oferta que necesitan.

Tienes soluciones para sus problemas.

Yo se lo cuento.

 

Cada € invertido en email marketing puede llegar a hacerte conseguir 37 € de beneficio 

 

«Hola, me llamo Dominique Wilkins, encantado». Parte 1

«Hola, me llamo Dominique Wilkins, encantado.»

 

El año 1996 fue un año increíble.

 

Me pasó casi de todo en esos 12 meses.

Empecé el año de guardia y lo acabé viajando en mitad de una nevada por carreteras nacionales de Portugal.

Entre medias, una boda  a mitad de año, la noticia de que iba a ser padre a finales de año,  7 meses en el Adriático en la guerra de los Balcanes, un viaje a Rusia y Polonia, un montón de historias que os iré contando poco a poco.

 

 

Pero sin duda lo más extraño fue esto que te voy a contar ahora.

Llegamos a El Pireo un jueves por la tarde.

Y para variar yo estaba de guardia.

Era algo habitual como ya habrás visto en anteriores emails.

En un principio íbamos a estar sólo 4 días allí.

Pero la cosa se iba a alargar.

Teníamos un problema en la dirección de tiro y había que arreglarlo.

Vinieron desde Ferrol gente del Ramo de Armas.

 

Total, que como siempre, los 4 “fantásticos” salimos del barco por la mañana.

La “minipandi” la componíamos, Luis, un escribiente ferrolano, Manuel, artillero de San Fernando y primo de Antonio Banderas, “Cuntis, un electrónico de Cuntis y yo, un sonarista de Albacete.

Era el nº perfecto porque así siempre cabíamos en un taxi.

 

 

Nos fuimos a Atenas, visitamos la Acrópolis casi solos.

No era la marabunta de turistas que lo invade todo hoy.

Callejeamos en una Atenas que me gustó mucho.

Gentes amables, buen tiempo y buena comida.

Nada que ver el estercolero en el que se ha convertido ahora.

Y al caer la noche, nos planteamos irnos de marcha.

Mientras cenabamos en una terraza con unas vistas maravillosas de la Acrópolis iluminada, decidimos que si, que tocaba marcha.

 

En plena plaza Sintagma pillamos un taxi.

Iba yo delante porque era el único que sabía leer griego.

Algo que en aquella época era fundamental como os contaré en otro email.

Nos subimos en el típico Mercedes con mas kilómetros que el Transiberiano.

El taxista era un tipo de unos 30 ó 32 años, que entendía algo de inglés pero tampoco mucho.

Y le digo:

 

“Somos españoles. Llévanos a la mejor discoteca de Atenas. Si está bien, te pagamos lo que marque el taxímetro y 200 dracmas más. Queremos que trabajes para nosotros toda la noche”.

 

Sonrie y me dice:

 

-“Os llevo, yo se, yo se. Yo toda la noche contigo. Me llamo Apóstolos. Encantados de llevaos”.

 

20 minutos más tarde llegamos a un chalet impresionante.

2 gorilas en la puerta pero solo 5 ó 6 coches y ni un letrero que indicase que era eso.

Nos miramos los 4 y le digo:

 

“¿Esta es la mejor discoteca?”

Vamos a ver que hay dentro.

Espera aquí 2 minutos y te digo si nos quedamos y cuando nos vienes a recoger”.

 

 

Efectivamente.

Nos había llevado a un puticlub.

Un puticlub de lujo con chicas impresionantes.

Pero no queríamos eso.

Nos volvimos al taxi.

 

 

“Apóstolos. No queremos esto. Esto es un burdel. Queremos una discoteca. Beber, bailar, ligar. No pagar por follar. ¿Entiendes?”

-“Ok, ok, bailar, no follar,  yo sé, perdón, perdón.

Mi primo trabaja en discoteca increíble. Muchas chicas. Muy buena discoteca, ¡Vamos!”.

 

Y salimos cagando leches en busca de la discoteca de su “primo”.

 

 

Bueno, ya me he alargado demasiado y no me gustan los emails largos.

Aquí acaba la primera parte de la historia.

Espero verte por aquí para seguir leyendo y saber cómo acaba la historia.

Mientras tanto, repasa la comunicación de tu empresa o negocio y piensa si esta forma de vender no es más atractiva que la habitual.

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“QUIERO QUE HABLEN DE MI, AUNQUE SEA MAL”

 

YA DIJO MOHAMED ALÍ, CUANDO AÚN SE LLAMABA CLASSIUS CLAY…

 

Me acabo de enterar que en redes sociales hace unos días se lió una gorda.

Pero gorda de las de verdad. Con miles de comentarios, likes, y un alcance brutal.

De las que luego transcienden a los telediarios y programas de tv.

 

Resulta que Mercadona sacó un producto nuevo.

Hasta aquí podemos pensar que no es nada noticiable.

Mercadona saca productos nuevos casi a diario.

Pero este es especial.

 

Resulta que Mercadona no tuvo mejor idea que sacar un pack con 2 huevos fritos.

Si, un plástico que contienen 2 huevos ya fritos.

¿No me crees? Te pongo la imagen

 

 

Y me puse a indagar para saber el porqué de la polémica.

La mayoría, como es lo normal en estos casos, eran críticas.

Pero críticas furibundas.

Que si Mercadona es en realidad una empresa “destruyeplanetas”. Argumentos como que no es sostenible.

Que si eso no es sano.

Que si seguro que saben a suela de alpargata.

Pero yo sólo veía la parte económica de cada comentario

Yo solo podía pensar en que es un producto que le hará ganar cantidades obscenas de dinero a Mercadona. 

En que la publicidad y la difusión que se está llevando Mercadona gratis con estas demostraciones de odio sarraceno.

Y lo mejor vino después.

Fui a Mercadona a comprar algo para cenar como casi todos los días.

Empecé a buscar y coger lo que necesitaba.

Y como no había mucha gente, me puse a buscar los “odiosos huevos fritos”.

No los encontré así que le pregunté a una empleada.

Su contestación me arrancó una sonrisa.

Llevamos 1 semana reponiendo sin parar y no nos quedan mas ni aquí ni en los almacenes.

Pero no en los nuestros, en los de toda la comarca. Esto es de locos.

Es como lo del papel higiénico en la pandemia”

Así que horda de gente llevadas por una acción absolutamente hater había hecho que los huevos fritos que iban a acabar con el planeta y que sabían a alpargata se vendiesen como churros.

Yo no creo que los diseñadores de producto de Mercadona creyeran tener un éxito como este.

Es más, tampoco creo que los publicistas de Mercadona pensaran ocasionar ese impacto en los consumidores.

Simplemente se adelantaron a una necesidad encubierta.

Eso es lo que hicimos con nuestro pan de salud para mascotas.

Adelantarnos a una necesidad.

Creer que un plan de salud para tu mascota era algo necesario.

Con la ventaja además de que nadie en su sano juicio nos llamará nunca “destruyeplanetas”

Posdata: El precio de nuestro plan de salud es muy similar al del pack de huevos fritos de Mercadona.

Posdata 2: No, yo tampoco sé a qué sabe la alpargata. Nunca se me ocurrió chupar una, llámame raro…

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PANDORA ERA UNA COTILLA PERO NOS DEJÓ ALGO MUY GRANDE

PANDORA ERA UNA COTILLA PERO NOS DEJÓ ALGO MUY GRANDE

 

La leyenda de “La Caja de Pandora” siempre me gustó.

La historia cuenta que Zeus quería vengarse de Prometeo por haber robado el fuego y dárselo a los humanos, presentó al hermano de este, Epimeteo, una mujer llamada Pandora, con quien este se casó.

 

Como regalo de boda, Pandora recibió de Zeus una caja.

Pero esa caja no debía abrirse bajo ningún concepto.

Pandora era bastante cotilla y decidió abrir la caja para ver qué había dentro.

 

Al abrirla, escaparon de su interior todos los males del mundo.

La vejez, la enfermedad, la fatiga, la locura, el vicio, la pasión, la plaga, la tristeza, la pobreza, el crimen; todos los males del mundo se habían extendido por la Tierra.

 

Cuando por fin consiguió cerrar la caja, solo quedaba en el fondo la esperanza, el único bien que los dioses habían metido en ella.

 

Esperanza es una palabra que me encanta.

 

 

 

Es el sentimiento de que las cosas van a mejorar.

Es la confianza de que eso que deseas se va a hacer realidad.

Es algo a lo que todo el mundo se aferra cuando la cosa está complicada.

 

 

Y si la palabra es bonita, el sentimiento es aún mejor.

Es una transformación maravillosa cuando nos apoyamos en ella.

Hace que el gris se vuelva azul.

Que la pesadumbre desaparezca.

 

Conocemos bien la palabra “esperanza”.

Nuestra clínica está llena de ella a diario.

La vemos todos los días cuando vienes con tu mascota.

Cuando la dejas en nuestras manos.

 

 

Hacemos desaparecer esos pesares que envuelven.

 

Con nuestro plan de salud para mascotas hacemos por poco dinero al mes que tus esperanzas se transformen en alegria.

Relajante y fascinante

ALGO ELEGANTE Y FASCINANTE

 

Vivimos y suspiramos por cosas que nos emocionan.

 

Una de las cosas más fascinantes de ver un día de viento fuerte a orillas del mar es el elegante vuelo de las gaviotas.

Vivo en sitios con mar desde hace más de 30 años.

He pasado muchas tardes en muchos puertos embobado mirando como usan su cuerpo para sustentarse sin apenas movimientos.

 

Recuerdo como si fuera hoy cuando vivía en Galicia, días en los que la gente no salía casi de casa por el temporal, viendo como volaban.

Perdía la noción del tiempo.

Disfrutaba del espectáculo.

 

Ver a las gaviotas ahí paradas sin aletear, sustentadas por el viento de cara.

Como, con un mínimo movimiento de un ala o incluso de la cabeza, son capaces de mantenerse casi en el mismo sitio.

 

Movimientos pequeños perfectamente sincronizados.

 

Luego te enteras de que las gaviotas tienen los huesos de las alas huecos y poco densos lo que les hace ser unas planeadoras perfectas.

Además, tiene una gran superficie de ala en comparación a su peso.

 

Son una especie de avión de corcho viviente de esos que teníamos de pequeños.

Si vives a pie de mar, acércate al puerto un día de viento duro y obsérvalas.

Ya me contarás si te parece tan especial como a mí.

 

De lo que no tengo duda es de que hay gestos o movimientos de tu mascota que te producen el mismo efecto.

 

¿Como no te va a emocionar cuando tu perro va a toda velocidad tras la pelota que le has lanzado?

¿Y esa sonrisa que dibujan tus labios con los saltitos de tu gato cuando quiere jugar con alguna lombriz?

¿Qué me dices de esa conversación que mantienes con los peces de tu acuario cuando te ven acercarte a él con el bote de comida en la mano?

 

Esas pequeñas emociones de cada día nos llenan el depósito de gasolina para los demás asuntos del día.

Son pequeños pellizcos en el corazón que nos hacen sentir bien.

 

Y si los gestos de tu mascota te hacen reír y emocionarte, ¿cómo no devolver un poco de ese sentimiento?

¿Cómo no vamos a poner el máximo en los cuidados de tu mascota para que cuando sea necesario tenga la mejor de las atenciones?

 

 

Con nuestro plan de salud para mascotas conseguimos que al salir del veterinario repitas esas sensaciones tan especiales que produce tu mascota.

También te irás con una sonrisa al sanar a tu gato.

Tan feliz como tus peces cuando te ven acercarte con el frasco de comida a su acuario.

 

Y sin duda alguna embobado como cuando tu perro corre en el parque tras la pelota.

 

Porque con nuestro plan de salud para mascotas por muy poco dinero al mes tu mascota tendrá los mejores cuidados y así seguir emocionándote con ella.

Bienvenido a mi casa

¡Hola qué tal!

Mi hija Sandra ha venido corriendo y me ha dicho:

“¡Papá, papá, que hay alguien ahí en tu bandeja que quiere suscribirse a tu newsletter!”

Y se ha puesto a bailar como una loca…

En esta newsletter vas a encontrar  historias entretenidas, curiosidades curiosas, reflexiones sobre cosas que nos afectan y los mas importante: ENTRETENIMIENTO DIARIO

 

¡¡¡¡EUREKA!!!!

A partir de ahora, vas a recibir un mail mío a diario.

En cada uno de ellos te voy a contar algo que seguramente te interese y que te pueda ayudar a vivir una vida más natural que el agua mineral.

Cada día una historia.

Cada día un consejo del abuelo cebolleta.

Cada día un rato de olvidarte del ruido exterior

Así que ya sabes dónde te metes.

Allá tú.

Si a pesar de esto, te empeñas en no querer perderte nada de lo que te voy a contar cada día, haz una cosa por ti, que es un pequeño paso para mí pero un gran paso para la humanidad.

Añádeme a tus contactos de correo electrónico, y si ves que te llego a una carpeta de esas que no sueles leer, arrástrame hasta la bandeja principal.

 

Un abrazo.

Jose de Relación Textual

P.d. Mañana te llegará un email mío en el que te contaré cosas que no suelo contar públicamente. Disfruta con lo que aprendas.